San Román de Ruan, el que abatió los símbolos paganos

En esta ocasión, y siguiendo la línea del heroísmo medieval en el cristianismo, hablaremos sobre San Román de Ruan (o Romain de Rouen en Francés). Este quien fuese Obispo y posteriormente reconocido como patrono de Rouen, ciudad Francesa, tiene en su historia una gran cantidad de leyendas que le hacen merecedor de ser llamado héroe. Recordemos que entre los factores fundamentales en los que nos enfocamos para relatar estas leyendas, el héroe medieval tiene una fe inquebrantable en el cristianismo. Incluso llegan a ser Santos y sobre todo, es su fe la que les permite realizar hazañas que otros no podrían.

Empecemos pues a dar un breve recorrido sobre la historia de San Román de Ruan y de las hazañas que se dice que hizo para llegar a ser considerado como un héroe que luchó y venció el mal. No olvides que si hay algo que identifica a nuestra anterior heroína Santa Marta y a San Román, es su inquebrantable fe, y su voluntad por servir y ayudar a los demás.

¿Quién fue San Román de Ruan?

San Román
Giogo, CC BY-SA 3.0, via Wikimedia Commons

Nacido en el seno de una familia de Aristócratas, según las historias, su nacimiento ya sería un milagro. Pues se dice que su madre Félicité, siendo infertil, recibió la noticia de que su hogar sería bendecido con un bebe y cuyo nombre seria Román. De hecho, fue su padre Benoît quien una noche soñaría con un ángel que le daría tan milagrosa noticia. Ciertamente no se tiene una fecha exacta en la que nació Román, se cree que fue alrededor del 585 d. C.

Aún muy joven, como a menudo ocurría con los jóvenes aristócratas de la época, fue enviado a la Corte Del Rey. Aquí los jóvenes nobles, además de realizar algunos servicios domésticos, recibieron una educación adecuadas, antes de ser enviados de vuelta a las tierras de origen con el título de obispo o Conde.

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De igual forma, este se desempeñó en los roles de Canciller y Refrendario de Francia. Y una vez vacante el asiento de Obispo en Ruan, debido a la muerte de su actual Obispo, este fue escogido con la aprobación del Rey Dagoberto I, quien le otorga la cruz romana y desempeñaría el papel de Obispo de Ruan desde el 631 al 640. Es a partir de aquí donde la historia sobre la vida de San Román de Ruan se vuelve escasa a la vez que se sumerge en un compendio de leyendas y hazañas heroicas, con las que logra ganarse el amor y lealtad de sus fieles seguidores.

En Rouen, de Neustria, San Román, obispo, que abatió los símbolos de los paganos que eran aún venerados en su ciudad, convenció a los buenos a mejorar y a los malos a abandonar su conducta.

La leyenda de San Román de Ruan

Como antes mencionamos, la historia de Román es muy escasa. Sin embargo, lo que más quedó de el, fueron leyendas en las que logró vencer contra cualquier mal o peligro, armado solo con su fe. A continuación hablaremos de las más conocidas en las que debió incluso arriesgar su vida para lograr las hazañas que solo un héroe podría lograr.

San Román contra la Gargouille

De lejos, la leyenda más impresionante y difundida sobre San Román. Y como habíamos mencionado antes, si hay algo que hace de representación simbólica del mal en la edad media, era un dragón. De hecho,  Román se enfrentaría contra uno conocido como la Gargouille o Gárgola, de quien hablamos en otro artículo. Ya que, según se dice, esta criatura es una de las fuentes históricas sobre el origen de las míticas gárgolas que vemos hoy en día.

El arzobispo de Rouen, llamado Román, decidió entonces ir a enfrentar a la bestia, pues estaba seguro de que con la ayuda de Dios todo era posible. El viaje podía ser largo y peligroso; pero Román recordó las palabras de Jesús que habían llegado hasta él a través de la lectura de los Santos Evangelios: «Si dos o más se juntan en la tierra en mi nombre, lo que pidan al Padre el Padre se los dará».

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Siguiendo con la heroica hazaña de Román, cabe destacar que este se presentó en Ruan para conseguir ayuda en la subyugación de la criatura que aterraba dicha localidad. Y que con su ferocidad arrasaba con todo a su paso; casas, animales y personas. El problema fue que nadie quiso acompañarlo en aquella peligrosa tarea. Se dice que fue un prisionero condenado a muerte el único que le acompañó, mientras que por otro lado, se dice que dicho prisionero fue obligado por los habitantes del pueblo.

San Román
Giogo, CC BY-SA 3.0, via Wikimedia Commons

Una vez se encontraron con la terrible bestia, la cual se preparaba para comerlos, Román sacó su crucifijo y le dijo al prisionero que rezara con el. Entonces armado solo con su crucifijo y la fe en Dios, este logró doblegar a la criatura a tal punto de que luego esta se sometió completamente a el bajando la cabeza con total sumisión. Lo siguiente que hicieron fue llevarla hacia el pueblo de Ruan, donde luego de los habitantes presenciar con asombro la vuelta invicta de San Román y el convicto, vivos y sobre todo con la criatura totalmente sumisa, le dieron muerte a esta. Se comenta que luego de eso, los que no lo habían hecho, se convirtieron al cristianismo (y quien no después de haber visto tal milagro).

El privilegio de San Román

Gracias a la leyenda de Román, el prisionero y la Gárgola, surgió lo que llamaban el “Privilegio de San Román” (Le privilège de la Fierte de saint Romain), el cual consistía en que una vez al año se le daría el perdón a un prisionero. Esto se llevaba a cabo el día de ascensión mediante una ceremonia presidida por lo que llamaban “el capitulo de Román”. Se les concedía a alguno de los presos que estuviesen condenados por asesinato y este debía llevar en procesión las reliquias del santo. Sin embargo, dicha ceremonia fue abolida cuando se llevo a cabo la Revolución Francesa.

San Román contra los símbolos paganos

Román no solo se enfrentó a la Gárgola, sino que también lo hizo con los símbolos paganos que todavía quedaban en Ruan. En algunos escritos se dice que fue antes de ser Obispo de Ruan, mientras que en otros se relata que fue luego de haber tomado el cargo. Lo cierto es que a este se le pidió por parte de los habitantes que destruyera un templo consagrado a la diosa Romana Venus, dicho panteón se encontraba al norte de la ciudad en un antiguo anfiteatro. Se dice que Román fue al templo y destruyo la dedicación que ahí se encontraba hacia la diosa y luego de eso, el templo se derrumbó. Incluso se dice que llego a destruir más templos dedicados a dioses como Júpiter, Mercurio y Apolo.

Hubo otro templo que cayo bajo la inquebrantable fe del santo. Al parecer, en una ocasión en la que Román fue a evangelizar en los campos de los alrededores de Ruan, este se encontró con otro templo pagano. Sin embargo, se dice que dicho templo parecía una fortaleza e incluso pudo ver demonios que lo custodiaban. Román empezó a maldecirlos, lo que los molestó e incluso hizo que apareciera el demonio principal para luego sufrir la misma suerte que el templo de Venus. Esta fortaleza pagana también se derrumbó.

A todo héroe le llega el momento de ser tentado por el mal, y San Román no sería la excepción. Se dice que cuando este se encontraba de retiro para meditar, un día llego una mujer joven a pedirle caridad. Román aunque dudó, no podía negar la hospitalidad incluso si fuese mujer, así que le permitió pasar. El momento en que la mujer entró, descubrió su verdadera identidad, se desnudo y se soltó el cabello, revelando ser un demonio. Acto seguido Román rezó y pidió ayuda a Dios, quien le envió un ángel para que interviniera y le ayudara, lanzando al demonio a un pozo sin fondo.

Otros milagros de San Román

Se dice que las inundaciones del rio Sena eran muy comunes. Sin embargo, en una ocasión estas amenazaban con crear una verdadera catástrofe inundando incluso gran parte de la ciudad de Ruan. De esta manera, Román queriendo ayudar a sus fieles, junto con su crucifijo, se arrodilló a orillas del rio y rezó para que cesaran las inundaciones. Acto seguido, poco a poco empezó a disminuir el nivel del agua, creando así otro milagro más que se uniría a forjar la leyenda de San Roma de Ruan.

Es posible que el Pabellón del arzobispo le deba su nombre. Cerca de Malpalu, siempre libre de las inundaciones del Sena, este lugar estaría en el origen del milagro de san Romano para detener el desbordamiento del río.

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Un día, Román iba a consagrar una pila bautismal, sin embargo, había olvidado el Santo Crisma, por lo que le pidió a un diácono que fuera a buscarlo. El diácono iba tan apurado llevando el Santo Crisma que se tropezó, el envase donde iba el aceite santo se rompió y este se derramó en el suelo. Román al ver esto siguió rezando, se acercó y recogió las piezas del envase roto, este se empezó a unir y el Santo Crisma volvió al envase.

Muerte y legado de San Román

Antes de morir, se cuenta que en una misa presidida por el, este de repente entró en éxtasis y se levantó del suelo mientras Dios anunciaba el día en que este moriría. Cosa que Román recibiría con alegría pues su vida de fe y preparación para dicho momento habían dado frutos. Este sería el último milagro que presenciarían sus fieles seguidores en Ruan, muriendo Román por causas naturales alrededor del año 640 d. C.

San Román
Giogo, CC BY-SA 3.0, via Wikimedia Commons

Cabe resaltar lo que habíamos menciona más arriba, la historia de este santo es poca en comparación con otros, y sobre todo, las leyendas y los milagros que antes se mencionan tienen poca validez. No lo decimos nosotros, lo dice la Enciclopedia Católica;su leyenda tiene poco valor histórico, con poca y autentica información”. Sin embargo, lo que si es cierto fue la inquebrantable fe y bondad que tenían San Román, sobre todo con los habitantes de Ruan a los que consideraba como su rebaño y se preocupaba de poder salvar sus almas, siendo muy querido y venerado en dicha localidad. Esparcido su culto por toda Ruan, ahora Patrono de la misma y teniendo sus festividades el 23 de octubre, celebradas en la Arquidiócesis de Ruan. Incluso se crearon cuatro hagiografías que relatan su vida llamadas “Vitae Romani o Vies de Saint Romain”.

Esto ha sido todo sobre la leyenda de San Román de Ruan, considerado por muchos como un gran héroe y fiel seguidor de las enseñanzas de Cristo. Comparte este artículo en tus redes sociales para que otros puedan conocer la historia de este santo. Más allá de si pueden ser ciertas o no, con un simbolismo y enseñanzas muy profundas.

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