Heroísmo medieval en el cristianismo – Santa Marta
- Curiosidades
- 12 de julio de 2021
- Pedro Pérez
¿Por qué relacionamos el heroísmo medieval con el cristianismo? Precisamente porque la figura que presentaremos a continuación (Santa Marta) ha sido fiel creyente del catolicismo. Y formando parte de su historia, vemos algo llamativo que es el haber realizado hazañas consideradas heroicas. Sin embargo, cuando nos referimos al sentido de héroe que estamos acostumbrados a ver en las historias de la edad media, es necesario resaltar algunos aspectos que no pueden faltar.
La figura del héroe
Tenemos la figura del héroe, no como lo conocemos hoy en día o como se le conoce en las historias griegas. Este héroe cristiano es humano, sin embargo, su fe en Dios le hace virtuoso y por lo tanto se encuentra protegido por su gracia divina. Por esa razón, puede afrontar desafíos que otra persona sin dicha protección, no podría. Mientras los héroes griegos eran semi dioses (por ejemplo, Hércules), o los héroes modernos tienen súper poderes, estos héroes están bajo la protección de Dios, lo que les otorga una gran ventaja ante sus enemigos.
De igual manera, veremos como se sigue representando al héroe en una lucha contra el mal. En algunos casos representado como una criatura mítica muy distintiva de la edad media; un dragón. Por último, veremos como este héroe logra no solo erradicar o someter el mal, sino que también logra la conversión de los salvados por su gracia al cristianismo. Vale la pena resaltar el ideal altruista que conduce a estos héroes cristianos.
Podría decirse que el aspecto más perdurable de los héroes medievales es su función como figuras moralizantes. Mostrándonos con su ejemplo y sus historias la importancia de la justicia, la bondad y la virtud. Estos valores e ideales han demostrado ser bastante perdurables y adaptarse fácilmente a distintas culturas y épocas brindando a los héroes medievales un notable impacto cultural que se aprecia a nivel global.
Santa Marta contra la Tarasca
Iniciamos este recopilatorio del heroísmo medieval con Santa Marta o Marta de Betania. Nacida en Betania, hermana de Lázaro de Betania (si, aquel que fue resucitado por Jesús) y María de Betania. Según la Biblia, Jesús visitaría la casa de los hermanos en 3 ocasiones, siendo Marta su anfitriona y pudiendo presenciar el momento en que Jesús revivía a Lázaro. Siendo conocida su proclamación a Jesús “Tú eres el Cristo, el Hijo de Dios vivo, que has venido al mundo”.
Al conocer Santa Marta que esa zona se encontraba azotada por una criatura conocida como la Tarasca, esta fue en su ayuda. Pero, se decía que dicha criatura era imbatible pues el mismo rey de Tarascón con su ejercito no podía doblegarla. De igual manera, esta bestia acababa con las cosechas, el ganado y cualquier casa que se cruzara en su camino. En algunas anécdotas se comenta que al llegar Marta a Tarascón para librar a la población de esa criatura, muchos no creían que una “simple” mujer sin armas fuese capaz de lograr lo que un ejercito armado no pudo.
(…) Se describe [a la Tarasca] como una especie de dragón con seis cortas patas parecidas a las de un oso, un torso similar al de un buey con un caparazón de tortuga a su espalda y una escamosa cola que terminaba en el aguijón de un escorpión. Su cabeza era descrita como la de un león con orejas de caballo y una desagradable expresión.
Una hazaña impulsada por la fe
Se dice que Marta se adentró sola hacia donde vivía la criatura. Solo con un crucifijo y agua bendita que le roció a la Tarasca mientras rezaba unas plegarias a Jesús, bastó para doblegarla y luego llevarla atada con una faja hacia el pueblo. De hecho, al llegar todos los espectadores quedaron asombrados de tan heroica hazaña (digna de las grandes historias del heroísmo medieval). Luego de esto, según algunas historias, muchos se convirtieron a la religión católica al ver la convicción y fe que profesaba Santa Marta hacia el cristianismo. También se dice que los pobladores de Tarascón decidieron matar a la ya domada criatura, cuyo nombre luego sería usado para llamar así esa población.

Santa Marta moriría el año 84 del siglo I en Tarascón, lugar donde se fundaría la Colegiata de Santa Marta, donde luego reposarían unas reliquias pertenecientes a ella. Es reconocida como una verdadera Santa por la Iglesia católica y es ampliamente venerada. Su fiesta se celebra el 29 de julio y es patrona de muchas ciudades.
El heroísmo medieval como recurso simbólico
Podemos ver en la historia de Santa Marta que, aunque el relato de su lucha contra la Tarasca pueda no ser real (siendo considerada una leyenda), es representativa la batalla que libra el bien (Santa Marta) contra el mal (La Tarasca). El cual es un recurso muy utilizado por el catolicismo (recordemos la imagen del arcángel Miguel sometiendo al demonio). Y sobre todo la manera en que esta ha podido doblegar a la feroz criatura. Sin embargo, no es muy común conocer Santos a los que se les atribuyan hazañas de subyugación de estas míticas bestias como dragones o parecidos (otra razón para hablar del heroísmo medieval en el cristianismo).
Santa Marta fue sola y no iba armada con espadas o lanzas. En realidad, solo llevaba lo que consideró necesario para doblegar a la criatura, sus armas fueron un crucifijo, agua bendita y su fe en Dios, convertida en plegarias que rezó frente a la Tarasca. Hay quienes representan a Santa Marta a partir de aquí como una mujer fuerte y con convicción capaz de doblegar a la “criatura” que nadie había podido.
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