Entre el bien y el mal, Lucifer el Ángel Caído
- Mitología
- 24 de septiembre de 2022
- Gabriel Bonilla
Lucifer es una de las representaciones más temidas por los hombres desde que nacen, su solo nombre suele causar una gran contradicción, incluso en aquellas personas que no se consideran religiosa. Pero es Lucifer el amo del mal? O simplemente una mala interpretación de su imagen nos ha llevado a construir un enemigo eterno de Dios y de nosotros mismos.
En el siguiente artículo intentaremos abordar ese tema, sin embargo, es importante aclarar que no se pretende sostener una rigurosidad bíblica sobre la imagen de Lucifer. Sino que, parto de las interpretaciones ambivalentes que sobre El Ángel Caído se tienen, para desarrollar una idea que me ha dado vueltas en la cabeza desde hace ya muchos años.
Acompáñanos a conocer un poco más sobre Lucifer, un personaje que, así como Kratos, Hércules o Amaterasu, mucho se ha dicho, pero sobre los cuales no se tiene una verdad absoluta.
Quién es Lucifer
Al hablar sobre Lucifer siempre surge la pregunta de si es un ángel, un dios, un demonio e incluso algunos se atreverían a decir que es el perro de La Bruja del 71. Claro está, todo esto (salvo por nuestro último chiste) basado en la confusión que se da por causa del desconocimiento que la mayoría de la gente, entre los que me incluyo, tenemos sobre los textos bíblicos, los cuales por lo general han sido un legado de obligatoria lectura para ritos religiosos, a los cuales detestábamos ir de pequeños.
Ahora bien, si nos ponemos serios, aun cuando, como ya te mencionamos, este artículo no pretende ser un recuento bíblico exacto sobre la historia de Lucifer, lo cierto es que según se puede extraer de algunos pasajes de la Biblia Cristiana Lucifer, también conocido por su nombre en latín como El Portador de Luz, era el ángel más perfecto y poderoso creado por Dios, el cual lleno de soberbia intento oponerse al creador, resultando así expulsado de los cielos, quedando condenado a reinar en el infierno.
¡Cómo has caído de los cielos, Lucero, hijo de la Aurora! ¡Has sido abatido a la tierra dominador de naciones! Tú que dijiste en tu corazón: Al cielo subiré, por encima de las estrellas de Dios alzaré mi trono, y me sentaré en el Monte de la Reunión en el extremo Norte. Subiré a las alturas del nublado, y seré como el Altísimo. Isaías 14:12-14

Lucifer y el diablo son la misma persona?
De lo anterior, naturalmente extraemos que Lucifer no es otro sino el Diablo, Satanás, Mefistófeles, Belcebú, o aquel que reina en el infierno, aquel que, a pesar de tener muchos nombres, es el amo de las tinieblas, el mal y la oscuridad, de acuerdo con las creencias de innumerables culturas.
Sin embargo, cabe la pena acotar que el infierno es la descripción que hemos querido interpretar sobre el reino de Lucifer, ya que en el Capítulo 12 del Apocalipsis puede leerse con claridad, como luego de la guerra librada entre los ángeles de Dios y Lucifer, este es arrojado a la tierra, no al infierno, de hecho puede leerse lo siguiente:
9. Y fue lanzado fuera aquel gran dragón, la serpiente antigua, que se llama Diablo y Satanás, quien engaña a todo el mundo; fue arrojado a la tierra, y sus ángeles fueron arrojados con él. […]
12. Por lo cual alegraos, cielos, y los que moráis en ellos. ¡Ay de los moradores de la tierra y del mar!, porque el diablo ha descendido a vosotros, teniendo gran ira, pues sabe que tiene poco tiempo.
Apocalipsis – Capítulo 12
El Ángel Caído
Más allá de ser solo una de las pinturas más hermosas que nos ha dejado el hombre, y mi favorita particularmente, El Ángel Caído de Alexandre Cabanel es un obra de arte, que al igual que las pinturas de Leonardo da Vinci, nos deja mucho que pensar a todos, ya que las interpretaciones que se les ha dado en la historia son muchas.
De esta manera, si estudiamos un poco de historia del arte, rápidamente nos daremos cuenta que El Ángel Caído (pintado en Francia en 1847) es una de esas pinturas, que causa conmoción en quien la observa, toda vez que el uso de técnicas manierista por parte de su autor, así como su esfuerzo en el estudio anatómico del hombre, el cual fue trasladado a su obra, nos deja la impresión de estar observando la fotografía de un verdadero dios.

El Ángel Caído es una pintura que deja huella no solo por la belleza de sus trazos, sino por la carga emocional que transmite, al mostrar a un ser tan poderoso como Lucifer, con lágrimas en su rostro, ocasionadas por un motivo que está abierto a interpretación.
Ahora bien, si seguimos la interpretación dada por su propio autor y por la mayoría de los críticos de arte, nos encontraremos con que las lágrimas de Lucifer en El Angel Caido, representan la ira ocasionada por haber perdido ante los ángeles de Dios, quienes al derrotarlo consiguieron que fuera expulsado a la tierra.
En esta impresionante obra de arte, algunos pueden observar incluso a los ángeles riendo en el cielo, burlándose de Lucifer, quien luego de, en medio de su soberbia, se creía mejor que ellos, el más amado por Dios, ahora no es más que un despojo sobre la tierra.
Una interpretación diferente de El Ángel Caído
Dicho lo anterior, no puedo hacer otra cosa que traer sobre la mesa una interpretación alterna, que leí en mi juventud, sobre esta maravillosa pintura. Lamentablemente, no recuerdo el nombre de la persona que escribió esta interpretación, ni me ha sido posible volver a encontrarla, por lo que intentaré reproducir de la mejor manera su visión, no sin antes rogar su perdón por apropiarme de su visión, hoy en día también mía, sin darle el crédito que merece.
De acuerdo con esta interpretación alterna, en El Ángel Caído observamos a un Lucifer que llora, pero sus lágrimas no son causadas por ira o soberbia, sino por dolor.
Recordemos que Lucifer, de acuerdo con los textos bíblicos, en un primer momento fue el ángel más amado por Dios, debido a sus cualidades, entre las cuales su poder e inteligencia destacaban. Lucifer, al igual que el resto de los ángeles era un dedicado siervo de Dios, un servidor como ningún otro.
Entonces, si esto es así, por qué el ángel más poderoso y amado por Dios se revelaría ante él. Al menos, desde este punto de vista, todos podemos estar de acuerdo en que no tiene sentido, a menos que acudamos a la interpretación que lo tacha como un soberbio propietario de su propio libre albedrío.
Siendo esto así, y partiendo de la premisa que El Portador de Luz nunca se revelo contra su creador, Dios padre, esta interpretación alterna nos indica que Lucifer lloraba simplemente por la burla del resto de los ángeles, quienes, desconociendo la verdadera misión de Lucifer en la tierra, se regocijaron en su propia soberbia al ver a la mano derecha de Dios “condenado” (por mandato de Dios mismo) a no poder regresar al reino de los cielos.
¿Tiene sentido esta interpretación de la misión de Lucifer?
Si observamos con cuidado lo antes mencionado y, además de eso, utilizamos la razón, más allá de lo que dice la biblia, se abrirá una pregunta ante nuestros ojos. Esta no es otra que la siguiente: por qué si, el diablo, atormenta y castiga a gente como él.
¿Lo lógico acaso no sería reclutar a las almas impuras para que, llegado el momento, puedan formar parte de una lucha en contra de Dios? Después de todo, Lucifer es descrito como un ser con una inteligencia particularmente grande, además de que, si es tan inteligente de acuerdo con el propio Dios, acaso no debería darse cuenta de que una guerra con su padre sería inútil, porque Dios es omnipotente e invencible.
Además, recordemos que, en el caso de la rebelión de Lucifer, no ocurre algo similar a lo ocurrido con el abuelo del héroe griego Hércules, hijo de Zeus, quien fue derrotado por sus hijos y condenado a permanecer el resto de su vida en el Tártaro, de acuerdo con algunas historias de la mitología griega.
Todo lo contrario, según lo reseñado en el Apocalipsis de la Biblia, Lucifer fue derrotado y enviado a la tierra.
De esta manera y, nuevamente teniendo presente que Lucifer era el ángel más cercano a Dios, además de ser el más inteligente de todos, cabe la puerta a creer que en realidad fue enviado a la tierra a cumplir una misión, la misión de castigar a aquellos que violaran los sagrados principios de Dios.
Y si en este punto, estás pensando “noooo cómo Dios podría hacer eso, Dios es clemente y siempre perdona” recuerda que en el Antiguo Testamento de la biblia, existen no una, sino varias historias / pruebas y relatos que nos muestran que la clemencia de Dios, no siempre es tan bonita como la cuentan en la escuela dominical.

Lucifer es bueno o malo
Siguiendo a Alicia Sarmiento, de nuestros amigos de laorejaroja.com, Lucifer y el resto de los ángeles del cielo, al igual que los hombres en la tierra, fue creado con libre albedrio, es decir, con la capacidad para decidir sobre su destino, evaluando por sí mismo qué está bien y qué está mal.
Si esto es así, y sin que por ello este haciendo apostasía, en primer lugar, podríamos atrevernos a pensar que los ángeles no son muy diferentes de los hombres. Ya que, en primer lugar, los sentimientos de soberbia no son un invento de su servidor, sino que se encuentran expresamente mencionados en la biblia al hablar de Lucifer, más allá de que estemos de acuerdo o no con la interpretación que se da sobre él.
De esta manera, sería fácil pensar que su proceder se encuentra íntimamente ligado con uno de los principales problemas de los hombre, la cuestión de la naturaleza humana, discutida y tratada de forma diferente por autores de la talla de Thomas Hobbes, Nicolás Maquiavelo, Jean-Jacques Rousseau y muchos otros, quienes plantean una realidad diferente para la naturaleza inherente al hombre, siendo está representada en algunos casos como buena, en otros como mala, en otros como egoísta y en otros neutra, simplemente condicionada por el entorno en el cual te desarrolles.
El problema del bien y el mal es uno sobre el cual jamás se tendrá un criterio único sin importar cuanto tiempo transcurra, toda vez que es un problema eminentemente ético y moral, y por lo tanto se encuentra sujeto a interpretaciones tanto subjetivas como relativas.
Conocer y discutir sobre el bien y el mal es uno de los problemas de mayor envergadura de la humanidad, en vista de que el objeto de conocimiento es intangible y se encuentra sujeto a la percepción de los hombres, los cuales por su naturaleza carecen de imparcialidad, además de estar condicionados (todos nosotros) por nuestros propios dogmas.
Conclusión
Mi conclusión es la siguiente, todos los seres humanos, creados por dios, cualquiera que sea, vivimos en una eterna lucha entre el bien y el mal, en la que, con el paso del tiempo, terminamos por descubrir que no solo existe el color blanco y el color negro, sino una gran gama de grises, muchas de ellas creadas a partir de los convencionalismos sociales que rigen nuestras culturas.
Entonces, en la eterna lucha entre el bien y el mal, al menos según se nos ha hecho creer, puede que Lucifer no sea lo que nos han querido mostrar los últimos milenios, sino que, a diferencia de lo que trata de decirnos la biblia, puede que este ángel entre ángeles permanezca llorando por la eternidad, no porque haya sido derrotado y sienta la ira que, algunos intérpretes de la maravillosa obra de Alexandre Cabanel, observan en los ojos de Lucifer, sino porque, aun siendo la verdadera imagen del bien, el enviado de Dios para castigar a los malos en el infierno, hasta que sean dignos de alcanzar el cielo, los ángeles y los humanos seguimos odiando al “mal” que representa, por el simple hecho de que es lo que la tradición nos ha enseñado, después de todo, si la historia nos demuestra algo, es que los poderosos siempre necesitan de un enemigo creíble, del que sintamos miedo, para poder gobernarnos.
O quizás el mal si existe tal y como reza en las biblias de muchas culturas, después de todo de acuerdo con lo planteado por Charles Baudelaire
El mejor truco que el diablo inventó fue convencer al mundo de que no existía.