Pareidolia y apofenia: fenómenos psicológicos que juegan con tu mente
- Son Hechos
- 3 de enero de 2023
- Pedro Pérez
¿Te ha pasado alguna vez que ves algún objeto, imagen o superficie (natural o artificial) y de manera automática ves formas reconocibles; como rostros, animales, o incluso la figura de algo o alguien? Este es un fenómeno psicológico conocido como pareidolia. Un fenómeno que se ha ido popularizando en el imaginario colectivo debido a su particular manera de hacernos ver cosas en todos los lugares.
Qué es la pareidolia
Como muchas cosas, el termino proviene del griego eidolon (εἴδωλον), que significa “imagen” o “figura”, y del prefijo para (παρά), de “semejante a”. Pero ¿por qué unos simples patrones de líneas y círculos nos hacen automáticamente ver rostros? Se cree que es por los procesos cognitivos que se activan al ver patrones que pueden ser similares a una cara. Y ¿cuál es la función de esto? Pues, la idea es que al ver una cara, somos alertados tanto por el estado emocional, como por la identidad de ese rostro que vemos. De esta manera, se cree que la persona puede identificar de manera inconsciente y por lo tanto más rápido posibles intenciones de amenaza y si corre peligro, lo que le permitiría actuar en consecuencia.
(…) En los ojos se procesan las imágenes que se están obteniendo y se analiza esa información visual, que irá a parar a la corteza occipital. Ahí se buscan patrones para obtener una resolución lo más rápida posible. Se trata del resultado de la evolución, cuando de los reflejos y de la velocidad de estos podía depender la supervivencia.
La práctica conocida como test de Rorschach, es un buen ejemplo de como se ha utilizado la pareidolia para realizar exámenes psicológicos en personas.

La pareidolia no es una enfermedad
La pareidolia se ha utilizado por muchos para dar respuesta a algunos fenómenos que son difíciles de explicar. Por ejemplo, los conocidos como hombres sombra (aquellas veces que ves una sombra y crees ver una figura humana), son una muestra de lo que algunos creen que es simplemente otra manifestación de pareidolia. De hecho, también hay quienes consideran que el avistamiento de críptidos, extraterrestres y quizás fantasmas son casos que se pueden explicar mediante la pareidolia. También se puede llegar a ver en casos más personales, como hay quienes ven figuras de seres queridos. O incluso, son muchos los populares casos en los que se ven figuras religiosas en superficies de todo tipo, esto se cree que también es por el efecto de la pareidolia.
La pareidolia también puede ser el producto de nuestras expectativas, apunta la neurocientífica Sophie Scott, del University College London. (…) Lograr ver la cara de Jesús en una tostada revela qué está pasando con tus expectativas y cómo estás interpretando el mundo con base a tus expectativas, en lugar de referirse a algo que necesariamente esté en la tostada, dijo. (…)
Recordemos que no solo se refiere al hecho de ver un rostro, sino que muchas veces podemos incluso discernir si ese rostro tiene alguna expresión, como de alegría o tristeza. Lo más impresionante de todo esto, es que es un fenómeno que le ha sucedido a todos. Y puede suceder en cualquier lugar y cualquier tipo de superficie, sea natural o artificial.

La apofenia y la manifestación de patrones
Del griego “ἀπό”, que puede significar separar o alejar, y “φαίνειν”, de aparecer, o manifestarse como fenómeno o fantasía. Anteriormente habíamos dicho que la pareidolia era considerada como parte de la apofenia. Esto se debe a que a diferencia de la pareidolia, el fenómeno psicológico de la apofenia es quizás ¿más general? Esto porque nos hace ver patrones y conexiones en situaciones aleatorias. Es decir, que debido a este fenómeno, vemos conexiones donde no las hay, sino que simplemente fue casualidad que eso sucediera, es solo que nuestro cerebro nos hace pensar en esa situación como algo más profundo de lo que realmente es, una casualidad.
Ocurre algo similar cuando una persona está buscando un embarazo o le aterra pensar en embarazarse. Ambas cuestiones pueden hacernos pensar, al salir a la calle, que hemos visto a muchas embarazadas. En realidad, no hay más que de costumbre, pero al ser este un tema que nos preocupa nos fijamos más.
De hecho, es muy común ver como se asocian una serie de sucesos aparentemente “conectados” entre si y se les busca dar una respuesta. Dichas respuestas muchas veces abordan nociones que van más allá de lo natural o científico. La relación de un suceso con un número en particular, una hora específica o incluso un nombre. Todo eso se convierte en un fenómeno que creemos tiene conexión a través de varias y diferentes situaciones para luego terminar creyendo que es algo con una influencia real. Pero, lo cierto es que simplemente fuimos parte de un sesgo cognitivo que interfiere con nuestra percepción de lo que es y no real.

Una visión sin motivos de conexiones
Sería Klaus Conrad, un psiquiatra y neurólogo quien en 1959 definió este termino como una “visión sin motivos de conexiones acompañada de experiencias concretas de dar sentido anormalmente a lo que no lo tiene”. Sin embargo, es necesario resaltar que, dicho término al parecer proviene de un trabajo llamado “Die beginnende Schizophrénie, Versuch einer Gestaltanalyse des Wahns”. En dicho trabajo, Klaus detallaba aspectos de la esquizofrenia y fue donde creó el término “apophänie” (o apofanía). Este concepto fue desarrollado para referirse a delirios que engañan a quien padece dicha enfermedad, creyendo que se trataba de una revelación. Por lo tanto, Klaus utilizaba la apofanía como contraste a la epifanía.
(…) la apofanía no proporciona una idea de la verdadera naturaleza de la realidad o de su interconexión, pero es un «proceso de repetitiva y monótona experimentación de significados anormales en todo el campo que rodea la experiencia» (…) En definitiva, la “apofenia” es un término equivocado que ha tomado un significado corrompido nunca intencionado por el psiquiatra que acuñó el neologismo “apophany”. (…)
Entonces, te preguntarás ¿es la apofenia un término sacado de contexto del trabajo de Klaus Conrad? La verdad, la apofenia más que un “término corrompido”, podría ser un concepto diferente al de Klaus, pero que de igual forma se nutre de este. Ya que, hay algo que resaltar, y es que el hecho de que puedas tener un caso de apofenia, no significa que sufras de esquizofrenia. Por lo tanto, ambos términos no tendrían porque ser excluyentes, siempre y cuando no se confundan.
Algunos ejemplos de apofenia

Si aún tienes dudas sobre que es esto de la apofenia, hay muchos ejemplos que sirven para ilustrar este fenómeno. De hecho, es muy probable que tú los hayas presenciado, ya que son muy comunes. Seguramente habrás leído sobre ese momento en la madrugada que te levantas sin ninguna razón y ves el reloj. Te das cuenta de que son las 3 de la mañana, y ahí empiezas a recordar todo lo que dicen que sucede cuando te levantas exactamente a esa hora. Sobre todo, cuando se trata de relacionar esa hora en particular con fenómenos paranormales.
Seguramente hayas oído referir acerca del “club de los 27”. Esta es una lista de famosos fallecidos a los 27 años. Hay quienes no consideran estos sucesos una mera casualidad, y encuentran un patrón tras la coincidencia etaria en sus muertes.
Se puede decir que como seres humanos, nuestra vida se encuentra inmersa en la búsqueda de patrones que nos ayuden a determinar ciertas situaciones. Es por esto que se dice que es más lógico pensar que estos fenómenos de la pareidolia y la apofenia, vienen siendo desarrollados a través de la evolución y los años, lo cual nos permitiría asociar los eventos y determinar la intención de los mismos con el fin de procurar la supervivencia. Esto ha sido todo sobre estos fenómenos psicológicos tan comunes en nuestro día a día, pero que posiblemente no sabías que existían. Comparte este artículo con tus amigos para que también los conozcan y que sea decisión de ellos si creer o no. Recuerda: No mires solo un árbol, observa al bosque.