El temor a la guerra en la actualidad y su representación en el cine
- Son Hechos
- 10 de marzo de 2022
- Osberto Toledo
Desde sus inicios y aún en la actualidad, la humanidad no ha permanecido estática o inmutable, sino que se ha encontrado en un proceso de cambio constante, bien sea para adaptarse a los cambios externos en su entorno, o para mejorar sus condiciones motivadas por un deseo de superación, o incluso si se quiere ver de otra manera, por un sentimiento de insatisfacción.
Sin embargo, hay algunos elementos que se han mantenido como una especie de factor común, pese a todos los cambios que han ocurrido con el paso y evolución de las distintas civilizaciones en la historia de la humanidad.
En ésta ocasión, nos referiremos a uno de esos principios intrínsecos en la naturaleza misma de los hombres, el cual no es precisamente una virtud, sino que más bien algunos la consideran una de las peores enfermedades de nuestra especie, al cual podríamos definir en términos simples como “el conflicto”, o siendo más explícitos “la guerra”.
La Guerra, una verdad innegable en nuestra historia
A pesar de la connotación generalmente negativa que suele atribuírsele tanto a la guerra como a cualquier conflicto en general, existen personas que lo ven como algo beneficioso o incluso necesario, considerando a las épocas de paz como “páginas en blanco en los libros de la historia”.
Ésta idea, podríamos verla representada en la película de Marvel “Los Eternos”, en la escena en la que el personaje Phastos (Brian Tyree Henry) contempla arrepentido las consecuencias de la Bomba Atómica que el contribuyó a crear, lamentando toda la muerte y destrucción que ocasionó, mencionando posteriormente que Ajak (Salma Hayek) le dijo que: “Los conflictos causan guerras que resultan en importantes avances tecnológicos en medicina que salvan vidas”.
Tal afirmación resulta bastante acertada, ya que muchos procedimientos médicos como el tratamiento de quemaduras, amputaciones de miembros, mecanismos para detener hemorragias y las transfusiones de sangre se vieron más optimizados debido a que la aplicación efectiva de estas medidas se volvió cuestión de vida o muerte en los hospitales de campaña o incluso en pleno campo de batalla.
De igual forma, las operaciones y los procedimientos de tratamiento de miembros perdidos o lesionados, tales como las cirugías plásticas reconstructivas y la implementación de prótesis, cobraron mayor relevancia, debido a la necesidad de tratar las lesiones graves que sufrían los soldados en las guerras, y que generaban daños de gravedad que en muchos casos les impedían volver a sus vidas normales, por lo que se ha tratado de optimizar éstos procedimientos para poder reparar las secuelas físicas que deja la guerra en las personas.

Destrucción Masiva Incalculable
Por otra parte, hay que dejar claro que a medida que avanzan las tecnologías, también ha avanzado la manera en la que se llevan a cabo las guerras, dejando en un pasado ya remoto las luchas con armas tribales, y desde hace unas décadas, disminuyendo la relevancia que se la había dado durante muchos años a las armas de fuego convencionales, iniciando el apogeo de las armas de destrucción masiva.
En éste punto, hay que precisar que la razón por la cual éste tipo de armamento logró imponerse por encima de los demás, se debe al impacto final que pueden causar sobre los enemigos en cuestión, ya que pueden generar la aniquilación absoluta no solo de un objetivo específico, sino de todo lo que se encuentre en un área de impacto (que varía dependiendo del arma), sin la necesidad de desplegar un ejército.
La Amenaza Nuclear en 2022, un miedo en el colectivo
Aun cuando los Gobiernos o los Líderes Militares puedan ver a las Armas de Destrucción Masiva como un logro, o un símbolo de poder con el cual puedan mantener al margen a posibles amenazas por el simple hecho de tener a su disposición tal capacidad destructiva, la visión que tiene el resto del mundo es completamente distinta.
Mientras existen Gobiernos que se sienten poderosos por tener tanto poder, existen millones que se sienten aterrados con la simple idea de pensar en toda la destrucción y muerte que puedan ser causados, o al imaginarse siendo ellos las víctimas de ese caos.

Tal temor tiene su origen en la primera mitad del siglo pasado, luego de los bombardeos de Hiroshima y Nagasaki que marcaron el final de la Segunda Guerra Mundial, pero que ocasionaron la muerte de cientos de miles durante los ataques, y de una gran cantidad de personas como consecuencia de la radiación que fue emitida de esas bombas.
Además, durante años posteriores se realizaron pruebas nucleares cerca de las costas de Japón, lo que ocasiono la destrucción del ecosistema y la muerte y/o contaminación de las especies marinas de la zona, lo que afectaría también a las poblaciones cercanas debido a la contaminación del agua y la pérdida de zonas pesqueras.
Sin embargo, no todo fueron consecuencias negativas, ya que en décadas posteriores el ecosistema logró recuperarse, y las especies marinas repoblaron esa zona, sin embargo, debido a los niveles de radiación siguen siendo inhabitable por los seres humanos.
Miedo y Ansias de Poder
Los eventos ocurridos durante la Segunda Guerra Mundial, en especial los Bombardeos de Hiroshima y Nagasaki, marcaron un antes y un después en la historia, y existen aspectos derivados de estos sucesos que dejaron su huella no solo en las poblaciones que sufrieron de primera mano sus efectos o en libros que reseñaban los sucesos, sino también en el imaginario colectivo.
Tal afirmación se basa en que la población de Japón, e incluso, la del resto del mundo, empezó a sentir miedo de las Armas Nucleares al ver el impacto destructivo que podían llegar a tener, por lo cual la simple idea de pensar en que algo así se repitiera, o peor aún, sentirse como objetivo de algo así, bastaba para aterrar a cualquier país.
Sin embargo, éste temor no significó la interrupción del desarrollo de éste nuevo tipo de armas, sino que aceleró su crecimiento, ya que ahora eran cada vez más los países que deseaban contar con éste tipo de arsenal bajo el principio de no sentirse indefensos frente a otros, o de contar con un medio suficientemente poderoso para intimidar a posibles amenazas, y de ser necesario poder defenderse de ellas.
El Temor a la amenaza nuclear representado en el Cine
Como consecuencia de estos eventos y de la destrucción y el miedo que habían generado, surge una de las figuras de ciencia ficción más conocidas a nivel mundial: Godzilla (o Gojira), un kaiju (especie de monstruo gigante representado principalmente en Asia), ideado inicialmente como la encarnación del temor de una amenaza nuclear y de todo el caos que ésta podría generar.
Aun así, hay que aclarar que pese a que Godzilla simbolizaría en cierta medida a EEUU (país responsable de los primeros ataques nucleares), el no sería el único kaiju en existir, ya que en las distintas adaptaciones que ha tenido, se muestra que existe un gran número de seres con un poder destructivo equiparable al suyo.
En éste sentido, hay que tomar en cuenta que al ver el trasfondo del conflicto de estos monstruos con Godzilla, se pueden comparar fácilmente como el número cada vez mayor de países que han ido alcanzando su propio arsenal nuclear y que inevitablemente entran en conflicto con aquel que hasta el momento se había logrado imponer como el más poderoso de todos.

Titanes que no se someten
La idea de la lucha para demostrar superioridad se ha mantenido como un factor común que está presente en todas las películas de la Franquicia de Godzilla, y puede evidenciarse con especial claridad en las películas de la adaptación más reciente del Monsterverse, las cuales son: Godzilla (2014), Kong: La Isla Calavera (2017), Godzilla: Rey de los Monstruos (2019) y Godzilla vs. Kong (2021).
En cada una de ellas, está presente la premisa de que no puede haber más de un “Depredador Alpha”, ya que eso ocasionaría inevitablemente un conflicto en el que deberían luchar para demostrar su poderío, pudiendo haber solo dos posibles resultados: la sumisión (o deceso en caso de no rendirse) ante el más fuerte, o en un caso extremo la muerte de ambos en combate.
Ésta lucha no es solo sensacionalismo del cine, sino que representa lo que podría llegar a ser una Guerra en el Mundo Actual, ya que son cada vez más los Países que cuentan con su propio Arsenal Nuclear, y en caso de decidir usarlo en un conflicto contra otro que también lo posea, solo podría causar la aniquilación completa de uno de ellos o de ambos a la vez, trayendo consigo una destrucción y muerte como no se ha visto ante.
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